En octubre, junto con las elecciones nacionales, tendremos que decidir sobre el plebiscito de reforma constitucional sobre la seguridad social.
En el contexto de libertad de acción que dio el Frente Amplio, desde esta página web queremos aportar argumentos para el debate fraterno de ideas, desde una perspectiva crítica con la ley del gobierno, pero también contraria a la iniciativa del plebiscito.
ARGUMENTOS ECONÓMICOS
La reforma constitucional que se plebiscita tendría consecuencias injustas y regresivas, y generaría enormes riesgos para la economía uruguaya.
¿Cómo avanzar hacia un sistema de seguridad social más justo y sostenible financiera y socialmente?
El sistema de seguridad social requiere de cambios profundos. El gobierno aprobó una ley que no soluciona los principales problemas existentes, pero el plebiscito de reforma constitucional no es la solución. La propuesta de Diálogo Social realizada por el Frente Amplio permitirá implementar una reforma más justa y sostenible.
La reforma de la seguridad social del gobierno es injusta y no soluciona los principales problemas existentes.
Uruguay necesitaba reformar su sistema de seguridad social para atender los desafíos de sostenibilidad social y financiera que tenía. La ley del gobierno avanzó en algunos aspectos, pero no solucionó los principales problemas, y generó problemas nuevos, como los derivados de aumentar al barrer la edad mínima de jubilación a 65 años. La ley del gobierno no garantiza la cobertura universal en la vejez, ni atiende a los cambios en el mundo del trabajo que afectan a las y los trabajadores unipersonales, monotributistas e independientes. Tampoco revisó las inequidades en el financiamiento del sistema y cargó injustamente en quienes trabajan todo el costo de la reforma.
Pero el plebiscito para reformar la Constitución no es la solución a los problemas que genera la ley del gobierno ni a los que tiene la seguridad social en Uruguay.
La propuesta de reforma Constitucional que se plebiscita tiene consecuencias injustas y genera efectos socialmente regresivos. Es una promesa cuyo pago no se va a poder sostener en el futuro y que generará impactos negativos.
El plebiscito no consigue cumplir con su objetivo de poder jubilarse a los 60 años: la mayoría de quienes trabajan seguirán sin alcanzar su jubilación a los 60 años, sobre todo los de menores ingresos, especialmente las mujeres.
La promesa del plebiscito de jubilarse a los 60 años no se cumple para la mayoría de quienes trabajan. Ni la ley del gobierno ni el plebiscito solucionan el problema de quienes no podrán jubilarse a esa edad por no tener suficientes años de aportes, problema que afecta a la mitad de los que hoy trabajan, sobre todo los de menores ingresos y peores condiciones laborales, especialmente las mujeres. Tampoco resuelve el problema de los que no podrán jubilarse ni siquiera a los 70 años, que afecta a uno de cada tres trabajadores, que tendrán que aspirar, sólo si son lo suficientemente pobres, a una pensión a la vejez.
Apoyamos la propuesta de Diálogo Social que el Frente Amplio resolvió por unanimidad para promover la aprobación de una nueva ley.
Como plantea el documento aprobado por el FA en octubre de 2023, una prioridad para un futuro gobierno del Frente es la convocatoria a un diálogo social y político amplio, democrático y genuino. El diálogo social es la herramienta para lograr amplios acuerdos que hagan posible los cambios y mejoras que deben introducirse para mantener y profundizar los niveles de cobertura y suficiencia del sistema de seguridad social, y a la vez garantizar la sostenibilidad financiera del sistema en el mediano y largo plazo.
Con ese objetivo, y en línea con lo definido por el FA, se debería avanzar en los siguientes aspectos:
Generar las condiciones para el acceso a la jubilación a los 60 años, habilitando, por ejemplo, la jubilación por modalidad de causal adelantada a edades inferiores a los 65 años.
En síntesis,
para solucionar los problemas
del sistema de seguridad social
hay que cambiar la ley que aprobó el gobierno.
El plebiscito no soluciona los problemas,
tiene consecuencias injustas y regresivas, y genera enormes costos.
El Diálogo Social propuesto por el Frente Amplio es el camino para lograr una seguridad social más justa y sostenible.